El hombre cada vez más cerca de ser como es

hombre

“Dejar de ser el hombre o mujer que uno sabe que es, un contrasentido vital e intelectual”

Un hombre que para darse a valer en el mundo, se dedica a imitar a las mujeres y se feminiza, deja de ser el mismo.

Una mujer que por integrarse mejor en el mundo se dedica a imitar a los hombres y se masculiniza, también deja de ser ella misma.

El ser y el estar, es lo que llena y da sentido a nuestra vida e impulsa los latidos de nuestro corazón.

El tener y el poseer sin embargo es en gran medida el peso muerto que puede frenar los latidos de cada corazón.

Ni hombres feminizados ni mujeres masculinizadas, pueden conciliar habilidades y limitaciones reales donde todos hombres y mujeres nos aceptemos como somos y también aceptemos a los demás como son sin más restricciones culturales o ideológicas…

«Travestir nuestra identidad solo para conseguir ventajas personales, nos traiciona a nosotros mismos»

No es fácil conocerse bien como hombre y/o como mujer, pero que no sea fácil no nos justifica para no intentarlo. La suma de nuestra identidad sexual y nuestra identidad personal es mucho más que lo que tenemos y poseemos es nuestro saber ser y estar y esto es lo que nos motiva para llevar a cabo cualquier proyecto que esté en nuestras manos.

Durante décadas a la mujer le ha sido difícil ocupar el espacio y el sitio que se  merecería. Actualmente el hombre al igual que ha hecho la mujer, debe trabajar más duro para a ubicarse en el espacio y el tiempo que también le corresponde por derecho propio y no solo por el poder de ser hombre,  como ha ocurrido hasta ahora.

Hombres y mujeres no deben ningunear su perfil más humano. El hombre puesto en su lugar no necesitaría pisotear a la mujer por la fuerza porque  él tiene su puesto. La mujer no necesitara luchar o ningunear al hombre porque ella tiene su sitio y él el suyo.

Gran parte de los hombres y mujeres infelices, hacen infelices a los demás por falta de poder ser ellos mismos y sentirse orgullosos de ello y por ello.

Antes a los hombres les enseñaban desde pequeños a posicionarse frente a otros hombres y  mujeres por la fuerza bruta y no por el valor de ser ellos mismos.

Antes era políticamente correcto: “Que gane el más fuerte y aunque no sea el mejor”

Hoy lo políticamente correcto ya debería ser: “Que gane el mejor aunque no sea el más fuerte»

 

 

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Sara Pérez-Tomé
Sara Pérez-Tomé
Terapeuta conflictos familiares y de pareja. Curso de gestión y resolución de conflictos por la UNAV. Asesora familiar, curso para asesores y orientadores familiares por la UNAV. Moderadora conflictos hijos, curso de mediación familia por la UNAV. Coordinador Parental. Master en coordinación parental por UDIMA. Curso "Trastornos de personalidad" por la UNAV

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