La solidaridad es ese sexto sentido que nos hace unirnos en las distancias con el dolor de los otros
Todos sabemos que tenemos 5 sentidos la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato. Cada uno de los 5 sentidos, dependen para su uso de las distancias cortas entre las personas.
Si no estas cerca puedes no ver bien, si no estas cerca puedes no oír bien cuando te hablan, si no estas cerca no puedes acariciar a quien amas, si no estas cerca no puedes probar el postre favorito que te hicieron, sino estas cerca no puedes oler su perfume…
Solo hay un sexto sentido que se puede utilizar a través del espacio y en las distancias largas y no es el sentido de la intuición como muchos creen. El sentido de la solidaridad es compartir tu salud física, psíquica y emocional con los que por la razón que sea te enteras que carecen de ella.
Solidaridad es simplemente compartir lo tuyo con quien sabes que le falta algo
que tú tienes y puedes regalarle
La solidaridad es lo que nos hace unirnos en las distancias con el dolor de los otros. Cada uno de nosotros si hubiéramos podido estar allí en Angrois habríamos hecho lo mismo que hicieron todos sus habitantes.
Su inmensa fuerza para ayudar era su sexto sentido de la solidaridad unido al que todos les transmitíamos desde la distancia. Nuestra solidaridad en la distancia les hizo mas fuertes a los que estaban tan cerca, no lo dudes.
Es difícil que encuentres a alguien que no se conmocione con la tragedia del Tren que llegaba a Santiago. No es humana aquella persona que, después de enterarse de lo ocurrido, no hubiera querido también participar incluso desde la distancia, regalando su salud física, psicológica y emocional a todo aquel que la necesitara en esos momentos.
- El sexto sentido de la solidaridad nos acerca desde la distancia a todo el que sufre.
- El sexto sentido de la solidaridad nos enriquece ante la necesidad y el sufrimiento de los otros.
Tener salud física, psicológica y emocional es un regalo de Dios que al ponerlo en marcha nos hace héroes anónimos
Es difícil que encontremos a alguien con salud física, psicológica y emocional que no se compadezca y se conmocione de lo ocurrido por muy lejos que se esté del tren que llegaba a Santiago.
Gracias a nuestro sexto sentido de la solidaridad hemos creado en la distancia una cadena invisible de solidaridad mundial. Desde el terrible accidente todos hemos colaborado en ser una auténtica aldea global de apoyo emocional y afectivo con las víctimas y sus familias, aunque nunca hubiéramos tenido la oportunidad de sentarnos a comer con alguna de las víctimas o sus familias.
Esta es nuestra riqueza humana que la solidaridad no entiende de fronteras sociales solo de personas que te necesitan y allí estas tu, en ese tren que nunca llego a Santiago.
Todos estábamos allí acompañando a las víctimas y a todos los habitantes voluntarios de Angrois cuando ocurrió la tragedia. Gracias a nuestro sexto sentido de la solidaridad.
¡Gracias! voluntarios de Angrois porque en la distancia nos habéis permitido acompañaros con nuestro sexto sentido en la solidaridad