¿Por qué un décimo de Lotería Nacional con 5 ceros puede ser seguro tu número premiado con el gordo? Porque si le adquieres ahora puedes conseguir que este décimo sea un nuevo modo de vida hacia la felicidad humana y espiritual:
0 -en opiniones negativas-
0 -en actitudes obstruccionistas personales-
0 -en ostentaciones hipócritas-
0 -en oportunismos preferentes-
0 -en crítica destructiva-
Aunque puedas, aunque quieras, aunque a ti y a los tuyos no os vaya a pasar nada si lo haces, aunque creas que tienes derecho a hacerlo, pon a cero determinadas conductas de tu vida.
Proponte un cambio en lo que creas que puedes ponerte a cero
Si eres creyente y/o practicante durante todo el año o en las Navidades es un buen momento para no despistarse, cómprate gratis, tu décimo premiado: el décimo de los cinco ceros.
En el Nacimiento austero y liberador de Jesús, en la bondad y generosidad de San Nicolás o Papa Nöel también puede estar el décimo premiado con los cinco ceros como modelo de vida. Coloca tu décimo, como una figura mas en el Belén de tu casa o a los pies del árbol de tu hogar para que todos los que lo vean y lo puedan recordar luego durante el próximo año.
Hazte una foto con tu familia y tu décimo de 5 ceros, y ponla durante el año en el imán de tu nevera
Para los que quieren seguir manteniendo en su familia las tradiciones Navideñas de los días 24 y 25 de diciembre, os muestro los dos textos básicos por los que estamos celebrando estas fiestas bien sea con El Nacimiento de Jesús bien sea con Papa Nöel o los dos pero siempre acordándonos del sentido que tienen que no es comer ni gastar como si de una boda se tratara:
Nacimiento de Cristo, al Evangelio según San Lucas 2:1-7
Aconteció, pues, en los días aquellos, que salió un edicto de Cesar Augusto para que se empadronase todo el mundo. Fue este empadronamiento primero que el del gobernador de Siria, Girino. E iban todos a empadronarse, cada uno en su ciudad. José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para empadronarse, con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón.