Somos la levadura en el bizcocho

Somos la levadura en el bizcochoLa buena comunicación matrimonial hace de levadura en el bizcocho de la educación de tus hijos. La semana pasada, en menos de 24 horas, he compartido un curso de formación y orientación con padres muy interesados en mejorar la calidad de vida de su matrimonio y su familia.

Primero estuve con los padres de los centros educativos de Las Chapas y Ecos en Marbella, donde pudimos hablar y debatir sobre la importancia que tiene la educación de la voluntad en nuestros hijos, y así poder garantizarles mínimamente su futuro escolar y familiar, gracias a una buena calidad de relaciones afectivo-personales entre los padres y sus hijos.

Al día siguiente, compartí de nuevo un Training de Comunicación para el Éxito Matrimonial con matrimonios convocados por el Centro Cultural Almenar de Toledo. Una de las conclusiones mas importantes fue que

La llave del éxito matrimonial está en una buena comunicación, ya que solo el compromiso y el amor, no son suficientes garantías para el éxito en el matrimonio

Las inquietudes de todos los participantes de ambos debates, me han llevado a la siguiente síntesis, a ver que os parece, porque además puede ser una vía muy positiva y esperanzadora para padres con hijos.

La calidad de nuestra buena comunicación matrimonial, y el esfuerzo por educar a los hijos fortaleciendo su voluntad, nos convierte a los padres en «LA LEVADURA EN EL BIZCOCHO»

La familia es como un  bizcocho donde todos los ingredientes básicos para elaborarlo se cuecen en el recipiente del hogar formado por los padres  y cada uno de sus hijos, pero no  habría bizcocho sabroso sin  que los padres participen asumiendo el papel de levadura.

La fuerza interna que convierte una masa inerte en un bizcocho de masa esponjosa, dulce y a la vez sabrosa. Esto mismo es lo que hacemos los padres de familia cuando intentamos  de manera permanente y coherente educar a los hijos  para dar sentido, forma y cohesión a nuestra intimidad familiar.

Los padres no nos podemos permitir el lujo de elegir… ser cualquiera de los otros ingredientes del bizcocho, porque dejaríamos a nuestros hijos castigados sin bizcocho desde el desayuno.

Ser » LA LEVADURA EN EL BIZCOCHO» significa entonces:

Que nuestro matrimonio y nuestra familia, deben estar basados principalmente en una inteligente comunicación matrimonial y una buena educación de la voluntad de nuestros hijos.

Sara Pérez-Tomé
Sara Pérez-Tomé
Terapeuta conflictos familiares y de pareja. Curso de gestión y resolución de conflictos por la UNAV. Asesora familiar, curso para asesores y orientadores familiares por la UNAV. Moderadora conflictos hijos, curso de mediación familia por la UNAV. Coordinador Parental. Master en coordinación parental por UDIMA. Curso "Trastornos de personalidad" por la UNAV

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