La clave de ser hijo único, está en los padres (IV/IV)

La clave de ser hijo único, está en los padresEn las familias que tienen un solo hijo, habitualmente se suele querer encontrar  el motivo por el que ese hijo no ha tenido hermanos, y lo mas  natural suele ser el  buscar la razón en sus padres. En nuestra sociedad Occidental el hecho de tener un solo hijo no se debe, como en China a una «medida política» impositiva, sino principalmente a 2 motivos:

a «una falta de fertilidad», o bien a «una elección» personal deliberada de los padres.

El primero de los motivos en nuestra cultura,  obviamente nos viene sobrevenido y no hay mas en donde buscar. Pero el  segundo motivo, el de haber «elegido» tener un solo hijo puede deberse a diversas situaciones.

Esta «elección» sin duda tiene  matices  muy vinculados a la armonía conyugal . Esta armonía conyugal depende a su vez de varios factores: físicos, psicológicos, afectivos y emocionales que son los que van comportando determinadas decisiones a la hora de tener o no más hijos.

Incluso estos factores  tan determinantes están a su vez condicionados algunas veces por problemas laborales, de espacio en la vivienda, de inseguridades y/o miedos aprehendidos anteriormente… o simplemente por acuerdo mutuo.

Por eso cuando la gente etiqueta socialmente a los «hijos únicos» como seres in-solidarios, solitarios, niños-adultos,… es como si encontráramos la causa de su actuar en ellos mismos, cuando la causa primera está en las circunstancias que les llevaron a sus padres a tomar una decisión irreversible en muchos casos, y  donde según como hayan sido las circunstancias cuando se tomó la decisión de no tener mas hijos, la primera víctima es el propio hijo, que  en algunas situaciones  singulares de su entorno  hace lo que puede y no lo que quiere con su situación familiar.

A esto me refiero con el titulo del post cuando lo titulo:

«La clave de ser hijo único, está en los padres.»

El hecho de tener una familia con un solo hijo no es sólo una decisión «cuantitativa»,  «cualitativa » o de «aptitudes» sino que nuestras decisiones con respecto a este tema en concreto, deben ser decisiones que  midan nuestras capacidades desde :

Actitudes fundamentales personales

Esta segunda forma de decidir con nuestras «actitudes fundamentadas», nos obliga a formar un modelo de familia donde nuestras preferencias económicas, sociales y de bienestar y confort familiar pueden pasar a un segundo plano, quedando en primer plano la armonía de nuestra voluntad y honestidad como padres.

Las etiquetas sociales que tenemos sobre el modelo de familia de «hijo único», suelen ser injustas, incompletas y reprobables, pero  sobre todo cuando a quien se le pone la etiqueta es al hijo y no a sus padres.

Los padres tienen una gran responsabilidad afectiva y emocional en su toma de decisiones sobre tener o no tener mas hijos. Muchos de ellos con el paso del tiempo llegan a arrepentirse pero ya es demasiado tarde, pues  la posición adoptada hace que para entonces  ya «se les haya pasado el arroz», o sea que el cambio de decisión sea irreversible.

Es importante poder sopesar siempre a tiempo la decisión de no tener mas hijos, no solo porque existe la posibilidad de incurrir en un posible error que mas tarde no tenga solución sino por que con esta decisión además están mediatizando a su hijo de por vida en el  saber y conocer  lo que es tener hermanos y poder quererlos.

Al no elegir por «actitudes» sino que sólo priman las «aptitudes», tener «un hijo único» pone en riesgo la  felicidad presente futura de ellos y de su hijo, además de privarle de sentimientos como es el de querer a otro como  hermano y  que con ello se  contribuya en gran medida a su completo desarrollo personal.

Pero entendedme bien, nadie debe instrumentalizar el hecho de tener un hijo mas, sólo para darle un hermano a vuestro hijo. Un hijo mas no arregla crisis matrimoniales, ni tampoco un hijo mas educa bien, a otro ya nacido antes.

«la clave de la decisión está en las actitudes fundamentadas de los padres»

Os invito a leer un estudio sobre «El bienestar de los hijos únicos»(está bastante bien documentado y  ayuda a objetivar la perspectiva de ser  hijo único)
 
Si estáis interesados en este tema, también podéis leer los anteriores post de esta serie:
Los cuatro amores de la familia (I/IV)
Los cuatro afectos de los hijos.(II/IV)
Los cinco amores de los hermanos entre sí, como una forma de amor entre iguales (III/IV)

Sara Pérez-Tomé
Sara Pérez-Tomé
Terapeuta conflictos familiares y de pareja. Curso de gestión y resolución de conflictos por la UNAV. Asesora familiar, curso para asesores y orientadores familiares por la UNAV. Moderadora conflictos hijos, curso de mediación familia por la UNAV. Coordinador Parental. Master en coordinación parental por UDIMA. Curso "Trastornos de personalidad" por la UNAV

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