Hay padres que viven como si no tuvieran hijos… y también hay hijos, que se comportan como si no tuvieran padres. Lo uno suele llevar a lo otro, casi siempre. Ser padre no resulta fácil cuando piensas que tener hijos y educarlos es mucho más que llevarles a un buen colegio y cuidarles de que estén lo más sanos posible. afectos
Si solo nos ocupamos de su sostenimiento material y no les dedicamos tiempo y cariño mútuo los hijos entienden que sus padres son sólo su proveedor de calidad y bienestar.
«Como hijo entiende que sólo tiene que aprovecharse de las donaciones materiales que recibe de su familia»
Ser padres desde esta perspectiva tampoco es fácil educarles porque los hijos solo lo material no les satisface suficientemente ya que en el fondo piensan que siempre se merecen más cosas de las que les damos, y que ellos mientras tanto no tienen que sentirse en la obligación de tener que agradecernos ni debernos nada a nosotros sus padres.
Como padres debemos conseguir educar a los hijos no sólo como un espacio donde sólo los padres deben ser los «dispensadores» materiales de la familias debemos conseguir que ellos entiendan que también tienen «su» responsabilidad personal y moral de apoyar y alimentar los afectos familiares enfocados hacia el crecimiento y mantenimiento del amor a sus padres.
¿Cuántos y cuales deben ser estos afectos de los hijos para con sus padres?:
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- El cariño y afecto de cada hijo a su padre vivo o en su memoria.
- El cariño y afecto de cada hijo a su madre viva o en su memoria.
- El cariño y el afecto de cada hijo a la unión de sus padres, mientras esta prevalezca.
- El cariño y el afecto de los hijos hacia su la vida familiar del día a día.
En las familias no debiéramos convivir y estar unidos solo por la necesidad o por ser la solución más barata. Nuestras familias deben aspirar a mucho más que al confort y el bienestar que nos brinda esta sociedad.
«Lo importante de nuestras familias está en lo invisible como decía El principito»
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Te invito a leer todos los post relacionados con este tema:
Los cuatro amores de la familia (I/IV)
Los cinco amores de los hermanos entre sí, como una forma de amor entre iguales (III/IV)
La clave de ser hijo único, está en los padres (IV/IV)