La educación al servicio de la autoridad de padres y educadores. Las familias en conciliación con el centro educativo y el profesorado, deben moverse por la autoridad que les da el tener un determinado grado de ascendiente y responsabilidad para orientar las decisiones de nuestros hijos y/o alumnos.
El uso del poder como medida de coacción ante las normas de disciplina necesarias en una familia o en un aula, aminoran y debilitan el verdadero sentido del proyecto de cada familia y del ideario del colegio de nuestros hijos.
No todas las familias somos iguales, ni todos los centros escolares tienen los mismos principios pedagógicos, hay claras y manifiestas diferencias que no se deben olvidar ni obviar en función de la paz y la armonía.
«…Tiene poder quien puede mover u obligar a los demás contra su voluntad….El poder no deja de ser nada más que una forma degradada o menor de la autoridad…..» (Higinio Marín, Sobre el respeto y las fuentes de la autoridad).
Las diferencias nos dan el sentido del porque y el para que educamos.
Si todos fuéramos o quisiéramos ser iguales, no importaría ya nada que a nuestros hijos los educasen SOLO los agentes sociales. Padres y educadores
Nuestro proyecto de vida debe ir al unísono de la autoridad que ejercemos, sólo cuando no coinciden -proyecto y normas- es cuando surgen los problemas de incomunicación e incomprensión de la pura convivencia.
A todos nos gusta que nos ENCARGUEN O MANDEN hacer los que sabemos hacer bien o aquello que coincide con nuestro proyecto de desarrollo personal y familiar.